La Semana Santa de El Burgo de Osma, declarada en 1998 de Interés Turístico Regional a solicitud del Ayuntamiento, está marcada por la condición de sede episcopal y capitalidad diocesana de la villa en la que se celebra. De ahí su atractivo para burgenses y visitantes se bifurque, dentro de un mismo tronco común, en dos ámbitos bien definidos y diferenciados: las celebraciones litúrgicas, obviamente de manera principal en la catedral con la presencia del obispo, y las celebraciones en la calle, destacando las procesiones en las que los pasos y encapuchados desfilan recortándose sobre soportales y fachadas, sobre torres y cúpulas, que sirven de singular fondo escénico en el discurrir de imágenes y cofrades.